jueves, marzo 16, 2006

Dijo.



Abrió la puerta, no se sentó ni se quitó los zapatos. Me miró. El calor seco. La nostalgia también seca.
No dijo que me había añorado, no dijo que de ganas rabiaba. No dijo lo cansado que estaba. No habló de esas cosas que da igual no decirse.
Dijo: Acércate. Acércate un poco.
Entonces entró. Entró en esos lugares donde temo perderme. Entró en ese hueco subterráneo donde para qué decir de que se hace el hueco..
Y dijo que, antes de tenerme a mí, yo no podía imaginar cuánto. Cuánto había sufrido.
Dijo: Ven. Acércate un poco. Entró y se adueñó de las partes quietas, mojadas, dormidas.
LO (Deseos)

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